Anoche me quedé dormido tras un gran
atracón de comida. Llené terriblemente mi barriga de una gran
ingesta de fabulosa ensalada de patatas cocidas, con cebolla, atún y
huevo cocido. Todo riquísimo, salpimentada y con un "pelin" de limón.
Receta de mi abuela según me cuentan. Ya os digo, la comida no me
cabía ni en el esófago. Y unas dos horas antes ya había caído una
pizza.
Así que dí varias cabezadas luchando
por despedirme de la gente y haciendo tiempo para tomarme las
pastillas, mi madre, me encontró frito y sin haberme tomado las
pastillas, menos mal que me preguntó si lo había hecho.
No tardé en volver a coger el sueño.
De echo lo hice en seguida. Y aquí en el pequeño templo en que es mi
habitación, pude disfrutar de un extraña y nebulosa realidad. Lo
que recuerdo, es solo una pequeña escena. La sensación es
agradable, indudable me recuerda a un grupo de fotos que poseo de un
día algo extraño donde disfruté gozosamente. Pero mi sueño, no
tiene nada que ver con ese gozo, mi sueño es solo un momento de paz
y tranquilidad conmigo mismo en este mi claro del bosque.
Momentos
después, he despertado con mi fabulosa gata Nessa "ronronosa" sobre
mi a las 6 de la mañana y este es el modo en el que mis 4 32 de
sueño han pasado en un suspiro de reposo y paz. Todo en calma, las
piernas dolieron una vez mas, pero hoy, me decidí abstenerme del
calmante, hoy tocaba también ir a ver que me decían en el hospital y
hay dos cosas que anunciar.
La primera es que no me han quitado
toda la cremallera, pues la enfermera no se terminaba, no recordaba
como tenia el derrame la ultima vez, así que nos hemos decidido por
una foto y la próxima vez, el viernes, me confirma si me termina de
quitar o no. Así que si, puedo determinar, que muy probablemente el
viernes me quiten toda la cremallera, y pueda comenzar a cerrar por
fin esta herida de crujía y olvidarme por una vez por todas de las
mas de 50 grapas que me pusieron en quirófanos. No obstante mi
paciencia, mi calma y mi tranquilidad no conoce limites.
No hay comentarios:
Publicar un comentario