miércoles, 30 de abril de 2014

CAPÍTULO VIII [Joane Spencer memories] – Escalera Real

Le veo tumbado en esa cama y omitiendo mis deberes en estos mismos momentos estaría haciéndole daño; mucho daño. No puedo permitirme el lujo de dejarme llevar ahora. Últimamente mis sentimientos me han estado controlando mucho mas de lo que deseo.
La Epinephrina le esta haciendo efecto, cada vez son mas frecuentes esos pequeños movimientos en su casi desangrado cuerpo. En cualquier momento debe despertarse y me enfrentaré a el, no con la fuerza o el fuego de un arma si no con palabras. Después de todo, no todas las batallas se desempeñan con el musculo de un brazo o el filo de una espada; Judas besó para llevar a cavo su traición.
Es el momento, a parpadeado. La fuerte luz del techo parece molestarle. Se está retorciendo, o al menos lo intenta.
-Gaston, no puedes moverte, estas atado-Le informo pasivamente.
Me mira casi ausente, pero observo incertidumbre en su cara, es extraño que así lo exprese, pero de ningún modo me podrá confundir, yo se bien lo que se cuece; incluso en mi propia incertidumbre.
-¿Que ocurre?-Pregunta importunado.
-Vamos...no me vengas con esas, ya sabemos que eres-Le digo como si no se tratase de nada.
-Que soy ¿El que?- Vuelve a preguntar esta vez casi restablecido en conciencia y mirando las correas que le mantienen pegado a la cama de la enfermería
-Ya que te veo tan despierto, te lo mostraré. Dicen que vale mas una imagen que mil palabras. Ademas, tenemos aún unas cuantas horas antes de que te mueras.
Me levanto y con aires de superioridad, tras recoger el dosier de los pies de la cama. Me coloco al lado de su cabeza. El aprieta los dientes, quien sabe que se le puede estar pasando por la mente. Mira a un lado y a otro de la habitación, no se si busca que suceda algo, o el ver a alguien a quien convencer de algo. Bien sabe que conmigo no podría, he de reconocer que después de todo, a sido un buen jugador, pero ahora soy yo quien tiene todas las cartas y pienso descubrir lentamente una pequeña escalera real.
-No te puedes ni imaginar lo que nos a costado hacer funcionar el trasto, estaba en unas condiciones completamente deprimente-Le digo al tiempo que muestro mi primera carta, una radigrafía de su cráneo en la que apenas se puede apreciar nada salvo un artefacto solido rodeado con un rotulador de tipex.
Al verlo Puedo comprobar como las pupilas de Gaston reaccionan y un instante después cierra los ojos dejándome ver una expresión real. Por fin algo real, por fin siento verdaderamente que tengo el control.
-¡No!- Niega en éxtasis.
-¡Si!-le respondo en deleite.
-¡No lo comprendes Capitán !¡No! La respuesta es ¡No! ¡No entiendes nada así que no finjas que lo entiendes! No es así-Dice hecho una furia con los puños cerrados y los correajes tan tensos como los cables tensores del puente Brooklyn.
Me muestro completamente tranquila y no me dejo intimidar, simplemente me limito a extraer dos fotografías del mismo sobre, adjuntas entre si se comparan como si se tratase de los típicos dibujos del periódico a modo de encuesta, las siete diferencias. En mi segunda carta se observa al alien rezumando “sangre” y en la tercera se encuentra Gaston en parecidas circunstancias. Y cuando compruebo que las observa bien las dos, una sonrisa se dibuja en mi inquisitorio rostro.
Sus ojos saltan del refugio de sus cuencas y su mirada se desorbita. A perdido el control totalmente, su lado mas salvaje es ahora revelador. Toda su determinación se ha ido al carajo el no llega a pareja y apostado “holin” por fin está desbancado.
-¡Ojalá fuese uno de ellos y eso fuera un transmisor como el que llevan pero no! La respuesta es no ¿Abras podido comprobar las diferencias? ¿lo has hecho? Nikolai puso eso dentro de mi sesera.
-Interesante, después de todo incluso es posible que pueda permitirme el lujo de matarte...ummm ¿Lo he dicho? ¿O lo he pensado? En fin que mas da.
Toda su tensión se relaja y sencillamente en un suspiro se afloja sobre la cama. Quizás crea en broma lo que acabo de decir, o quizás considere absurdo hablar conmigo, quien sabe. En cualquier caso, terminaré de obtener lo que necesito de el.
-Bien ¿Es un buen día para morir?-Le insinúo-No, no vas a ponerte a llorar. Tu ya has estado en una situación como esta ¿No es la primera vez verdad? Ya te habían capturado antes, has sentido morir varias veces cuando les ves venir, cuando te torturan. Sin duda alguna eres soldado. Empiezo a creerte Gaston, pero no te confundas, tu vida esta en esta sala y yo soy tu dueña, tengo el control de todo lo que pueda ocurrir en esta habitación y nada, absolutamente nada te salvará si me desafías lo mas mínimo-
-Soy el coronel Gaston Gaudin de las fuerzas aéreas de los EE.UU. Piloto de la Nova Nº1 del escuadrón secreto Midas Área 51.Soy Gaston Gaudin sujeto del experimento Human-earplus nº 2.
-¿Que diablos hablas?-Pregunto sin ser capaz de recopilar todo lo que dice-
-Lo que digo es que tengo una antena instalada en la cabeza, recopila todo lo que se les dice que hagan a esos autómatas a los que llamáis invasores. Seres como a los que le habéis practicado la autopsia son meros cuerpos vacíos. Cascarones huecos a los que manejan por señales interestelares cual niño maneja un videojuego. El verdadero enemigo esta sentado en una silla en algún lugar de nuestra órbita solar. Mi pequeña antena percibe esas señales culpables de la estática que impiden transmisiones claras en nuestros días. Mayor Spencer, oigo voces dentro de mi cabeza y temo decirle que no estoy loco-
Tras un instante de silencio y reflexión, al menos por mi parte, formulo una nueva pregunta:
-Dudo que hablen nuestro idioma, así pues ¿Como les entiendes?-
-Ese cacharro que tengo en mi cabeza posee un descodificador. No se al 100% como funciona-Responde dudosamente.
-Sabes, tu historia es buena, pero si lo que dices es cierto, todo lo que eres, el motivo por el que eres bueno, las razones por las que has podido obrar grandes hazañas es sencillamente porque eres una cobaya con la que han experimentado. Es cierto que seguramente sepas muchas cosas interesantes, pero sin lugar a dudas no nos serviría de mucho. Ahora comprendo el porque no nos has dicho nada de nada. El saber sobre nuestro enemigo nos llevaría a la lucha y la lucha a nuestra destrucción. Admirable por tu parte, pero vital en mi juicio. Voy a dejarte morir en esta cama Gaston Gaudin, agradece que al menos morirás dulcemente, tendrás morfina y esas cosas. Ademas, si te mueres podremos estudiar esa cosa de tu cabeza, un diseño humano nos será mas fácil de comprender.
-No puedo culparte por ello, supongo que en tu lugar abría hecho lo mismo-Me dice con la mirada perdida.
-No pongas cara de cordero degollado y pierdas la vista de esa forma, eso tampoco te servirá. Han sido tus acciones las que te han llevado a esta situación. A mi debiste contármelo todo desde el principio, eso hubiera sido lo mas correcto y por supuesto no me hagas mencionar a Andy, porque supongo que sacaría el cuchillo de combate y haría de tu desangramiento algo mas rápido pero también mas doloroso.
Gaston me mira con una expresión profundamente sería y un momento después me dice:
-Eres gilipoyas ¿lo sabías?-
-Si, me lo dicen muy a menudo- Y un instante después le propino una bofetada que le gira la cara.
-Muérete rápido, quiero ver tu autopsia-Le sugiero cuando me voy girando y caminado hasta la puerta

Es cierto que no es un alien, que es un hombre, pero francamente ¿Que busca? ¿Que quiere? Ese hombre no tiene el poder de salvar a la humanidad. No es con el único que han experimentado y por lo visto ha salido mal. Por otro lado el no es capaz de explicarnos como funciona el cacharro de su cabeza y por ultimo y mas importante. Se recoge lo que se siembra y si Andy va a morir en una cama, que el coronel Gaudin también lo haga. Pero por supuesto que en habitaciones diferentes.
Al cruzar la puerta me asalta a la vista una serie de personas que saturan mi visa. Antes de fijarme demasiado en ninguno de ellos, me aseguro de cerrar la puerta tras de mi y en un segundo, me giro hacía mis hombres. Henri, Phil, Leo, son los primeros en ser distinguidos tras los que se encuentran Eric y Michael. Es evidente que todo lo que les mueve es la mera curiosidad, los mas inteligentes tienen algo de miedo pues saben algo mas de lo que se cuece o al menos de las vanas teorías de lo que creíamos que se cocía, sin embargo, al final y después de todo...
-Leo, tenias razón.
-¿Como, que dices?- Pregunta rompe la expresión en su cara y la convierte en una exagerada expresión de incontenidas dudas.
-El hombre que esta al otro lado de la habitación es un oficial de la zona 51 con el cual nuestro derrocado gobierno ha experimentado para que pueda leerle los pensamientos a nuestro enemigo-
El silencio se hace dueño de la sala y todos me observan fijamente intentando procesar la información que les he dado.
-Sintiéndolo mucho, considero por muchos motivos a ese hombre como un traidor. Así pues, no se le va a dar lo que necesita para vivir, denominemoslo ejecución pasiva-
La reacción general era de esperar, todos se miran unos a otros con incertidumbre y finalmente uno de ellos, en este caso Henri me sugiere:
-Pero sea quien sea ¿En que nos ayuda que se muera? ¿Acaso nos sugiere una amenaza estando vivo?-
-No pienso gastar recursos en que viva ese hombre. Ni comida ni sangre de nadie. Esta definitivamente acabado.
Phil asiente con la cabeza y sostiene la mirada alta como si mi decisión fuese la magnifica entre las magnificas decisiones que pudiera haber tenido. La tristeza se muestra en el rostro de Leo, Michael y Eric están prácticamente horrorizados y miran a Henri esperando a que diga algo mas, y finalmente Henri dice:
-Estoy seguro que tendrás tus razones, aunque no termino de comprender eso de “ejecución pasiva”. En nuestro gobierno habían leyes para que este tipo de cosas no sucediesen. Incluso los penados de muerte han de gozar de una salud estable para ser llevados a la silla eléctrica. Sin duda alguna, soy medico, he hice un juramento. Tengo derecho a saber porque va a morir mi paciente. Si lo consideras de otra forma le sugiero que entres dentro de esa sala y le vueles la cabeza.
-¿Derecho? Tienes curiosidad, como todos los demás Henri. Eres el medico mas experimentado de la base y por supuesto que se respeta tu juramento. Ademas en áreas de salud, tu eres la voz de mando aquí, ni siquiera yo. Aun se sigue teniendo en estima a la vida humana en este pequeño rincón del planeta; sin embargo, ese hombre merece morir. Su negligencia le ha hecho eso a Andy pero ademas de no haber sido prudente con sus conocimientos, a ocultado su condición, no nos ha revelado ningún tipo de información verdaderamente útil y ni tan siquiera y dada las circunstancias a revelado nada de su identidad. ¿Porque busca a Nikolai? ¿Que es lo que quiere realmente? Ese hombre tiene sus propios intereses, lo mas probable es que lo que Nikolai le hizo sea tan molesto que quiera que invierta el proceso. Oye voces dentro de su cabeza. Hay muchas posibilidades pero en todas veo el absoluto y total egoísmo. Ese hombre solo nos salvó porque pensó que quizás pudiéramos saber algo de ese científico loco. No encuentro razones para dejarle vivo. Ahora por favor vamos de aquí.
-Necesitas razones para dejarle morir, no lo contrario Joana- Dice Henri antes de abandonar la sala.

Algunos mas satisfechos que otros pero todos dejamos la sala y nos vamos a las áreas comunes donde todos van de un lado a otro con sus propios quehaceres. No me puedo quitar de la cabeza esa ultima frase de Henri. Quizás la mayoría no piensen igual que yo a cerca de todos estos temas. La vida, la muerte, y sus conjuntos hilos bailarines que tan a menudo se mezclan y se confunden.
Todo esto me esta superando emocionalmente, desde que los invasores llegaron me he estado evadiendo, ausentando emocionalmente pero mucho me temo que últimamente me es imposible retrasar mas y mas lo inevitable. Mis sentimientos han venido a visitarme y creo que odio hacía las cosas vivas a sido el primero en hallar mi escondite. Diablos, espero que no sea demasiado tarde pero creo que debo dejarle vivir...¿En que demonios me he convertido? ¿Quien soy? Mucho me temo que estoy perdiendo mi identidad, ahora solo puedo verme como una simple superviviente vengativa y desdichada. Quizás simplemente sea eso, no entiendo porque necesito ver lo complicado en lo simple y viceversa pero creo que a menudo todos lo hacemos, Henri lo hace, Sandra lo hace, todos lo hacemos...Sandra... Sandra y comprendo que debo hablar con ella. Pero francamente, no se si será lo mejor, al menos en estos momentos. Esa niña tonta...

Finalmente me decido y me dirijo a su habitación al tiempo que numerosos pensamientos me retuercen las tripas. No se que pensará en estos momentos Henri de mi...Le he dado motivos para que me desprecie como persona y obviamente no solo Henri, si no también Leo, sin embargo Phil a estado en todo momento apoyando mis decisiones ¿Significa eso que Phil es todo eso despectivo que me he atribuido a mi mismo? Me siento demasiado confundida, Dejar vivir a Gaston es un comienzo del que espero no tenerme que arrepentir.
Al llegar frente a la habitación de Sandra, me limito a aporrearla como si fuera lo mas normal del mundo. Una parte de mi desea que abra sin mas, sin preguntar antes quien es, pero al cavo de un rato y de haber realizado este proceso varias veces, nadie contesta a la puerta.
La rabia vuelve a mi y sin mas abordo la puerta abriéndola de par en par. Ninguno de sus objetos personales se encuentran en el interior de su habitación, al menos no los importantes, aquellos que consideraría como imprescindibles.
La histeria me envuelve y repaso mentalmente todas las posibilidades. Ninguna de ellas buena. En cualquier caso, mi instinto habla primero y echo a correr a toda prisa hasta la enfermería.
No me puedo creer que pueda hacer esto, no es posible, a pesar de todo la creía algo mas leal.
Al llegar frente la enfermería encuentro la puerta entre abierta y tras detenerme un instante ante la misma. Devasto la puerta con un brutal empujón que deja al descubierto el panorama. Los correajes desatados sobre la cama de sabanas ensangrentadas. Sandra me ha traicionado, Sandra me ha desobedecido. Sandra a entregado al olvido todo lo que fuimos, lo que eramos hace un instante y lo que podríamos haber sido.
Varios gritos de mando sirven de suficiente como para comenzar a organizar el zafarrancho. Ninguno de los dos fugitivos a de alejarse demasiado. De todos modos Gaston esta herido, gravemente herido. No va ir lejos, se esconda donde se esconda les vamos a encontrar.



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