Le
veo tumbado en esa cama y omitiendo mis deberes en estos mismos
momentos estaría haciéndole daño; mucho daño. No puedo permitirme
el lujo de dejarme llevar ahora. Últimamente mis sentimientos me han
estado controlando mucho mas de lo que deseo.
La
Epinephrina le esta haciendo efecto, cada vez son mas frecuentes esos
pequeños movimientos en su casi desangrado cuerpo. En cualquier
momento debe despertarse y me enfrentaré a el, no con la fuerza o el
fuego de un arma si no con palabras. Después de todo, no todas las
batallas se desempeñan con el musculo de un brazo o el filo de una
espada; Judas besó para llevar a cavo su traición.
Es
el momento, a parpadeado. La fuerte luz del techo parece molestarle.
Se está retorciendo, o al menos lo intenta.
-Gaston,
no puedes moverte, estas atado-Le informo pasivamente.
Me
mira casi ausente, pero observo incertidumbre en su cara, es extraño
que así lo exprese, pero de ningún modo me podrá confundir, yo se
bien lo que se cuece; incluso en mi propia incertidumbre.
-¿Que
ocurre?-Pregunta importunado.
-Vamos...no
me vengas con esas, ya sabemos que eres-Le digo como si no se tratase
de nada.
-Que
soy ¿El que?- Vuelve a preguntar esta vez casi restablecido en
conciencia y mirando las correas que le mantienen pegado a la cama de
la enfermería
-Ya
que te veo tan despierto, te lo mostraré. Dicen que vale mas una
imagen que mil palabras. Ademas, tenemos aún unas cuantas horas
antes de que te mueras.
Me
levanto y con aires de superioridad, tras recoger el dosier de los
pies de la cama. Me coloco al lado de su cabeza. El aprieta los
dientes, quien sabe que se le puede estar pasando por la mente. Mira
a un lado y a otro de la habitación, no se si busca que suceda algo,
o el ver a alguien a quien convencer de algo. Bien sabe que conmigo
no podría, he de reconocer que después de todo, a sido un buen
jugador, pero ahora soy yo quien tiene todas las cartas y pienso
descubrir lentamente una pequeña escalera real.
-No
te puedes ni imaginar lo que nos a costado hacer funcionar el trasto,
estaba en unas condiciones completamente deprimente-Le digo al tiempo
que muestro mi primera carta, una radigrafía de su cráneo en la que
apenas se puede apreciar nada salvo un artefacto solido rodeado con
un rotulador de tipex.
Al
verlo Puedo comprobar como las pupilas de Gaston reaccionan y un
instante después cierra los ojos dejándome ver una expresión real.
Por fin algo real, por fin siento verdaderamente que tengo el control.
-¡No!-
Niega en éxtasis.
-¡Si!-le
respondo en deleite.
-¡No
lo comprendes Capitán !¡No! La respuesta es ¡No! ¡No entiendes nada
así que no finjas que lo entiendes! No es así-Dice hecho una furia
con los puños cerrados y los correajes tan tensos como los cables
tensores del puente Brooklyn.
Me
muestro completamente tranquila y no me dejo intimidar, simplemente
me limito a extraer dos fotografías del mismo sobre, adjuntas entre
si se comparan como si se tratase de los típicos dibujos del
periódico a modo de encuesta, las siete diferencias. En mi segunda
carta se observa al alien rezumando “sangre” y en la tercera se
encuentra Gaston en parecidas circunstancias. Y cuando compruebo que
las observa bien las dos, una sonrisa se dibuja en mi inquisitorio
rostro.
Sus
ojos saltan del refugio de sus cuencas y su mirada se desorbita. A
perdido el control totalmente, su lado mas salvaje es ahora
revelador. Toda su determinación se ha ido al carajo el no llega a
pareja y apostado “holin” por fin está desbancado.
-¡Ojalá
fuese uno de ellos y eso fuera un transmisor como el que llevan pero
no! La respuesta es no ¿Abras podido comprobar las diferencias? ¿lo
has hecho? Nikolai puso eso dentro de mi sesera.
-Interesante,
después de todo incluso es posible que pueda permitirme el lujo de
matarte...ummm ¿Lo he dicho? ¿O lo he pensado? En fin que mas da.
Toda
su tensión se relaja y sencillamente en un suspiro se afloja sobre la
cama. Quizás crea en broma lo que acabo de decir, o quizás considere
absurdo hablar conmigo, quien sabe. En cualquier caso, terminaré de
obtener lo que necesito de el.
-Bien
¿Es un buen día para morir?-Le insinúo-No, no vas a ponerte a
llorar. Tu ya has estado en una situación como esta ¿No es la
primera vez verdad? Ya te habían capturado antes, has sentido morir
varias veces cuando les ves venir, cuando te torturan. Sin duda
alguna eres soldado. Empiezo a creerte Gaston, pero no te confundas,
tu vida esta en esta sala y yo soy tu dueña, tengo el control de
todo lo que pueda ocurrir en esta habitación y nada, absolutamente
nada te salvará si me desafías lo mas mínimo-
-Soy
el coronel Gaston Gaudin de las fuerzas aéreas de los EE.UU. Piloto
de la Nova Nº1 del escuadrón secreto Midas Área 51.Soy Gaston Gaudin
sujeto del experimento Human-earplus nº 2.
-¿Que
diablos hablas?-Pregunto sin ser capaz de recopilar todo lo que dice-
-Lo
que digo es que tengo una antena instalada en la cabeza, recopila
todo lo que se les dice que hagan a esos autómatas a los que llamáis
invasores. Seres como a los que le habéis practicado la autopsia son
meros cuerpos vacíos. Cascarones huecos a los que manejan por señales
interestelares cual niño maneja un videojuego. El verdadero enemigo
esta sentado en una silla en algún lugar de nuestra órbita solar. Mi
pequeña antena percibe esas señales culpables de la estática que
impiden transmisiones claras en nuestros días. Mayor Spencer, oigo
voces dentro de mi cabeza y temo decirle que no estoy loco-
Tras
un instante de silencio y reflexión, al menos por mi parte, formulo
una nueva pregunta:
-Dudo
que hablen nuestro idioma, así pues ¿Como les entiendes?-
-Ese
cacharro que tengo en mi cabeza posee un descodificador. No se al
100% como funciona-Responde dudosamente.
-Sabes,
tu historia es buena, pero si lo que dices es cierto, todo lo que
eres, el motivo por el que eres bueno, las razones por las que has
podido obrar grandes hazañas es sencillamente porque eres una
cobaya con la que han experimentado. Es cierto que seguramente sepas
muchas cosas interesantes, pero sin lugar a dudas no nos serviría de
mucho. Ahora comprendo el porque no nos has dicho nada de nada. El
saber sobre nuestro enemigo nos llevaría a la lucha y la lucha a
nuestra destrucción. Admirable por tu parte, pero vital en mi
juicio. Voy a dejarte morir en esta cama Gaston Gaudin, agradece que
al menos morirás dulcemente, tendrás morfina y esas cosas. Ademas, si
te mueres podremos estudiar esa cosa de tu cabeza, un diseño humano
nos será mas fácil de comprender.
-No
puedo culparte por ello, supongo que en tu lugar abría hecho lo
mismo-Me dice con la mirada perdida.
-No
pongas cara de cordero degollado y pierdas la vista de esa forma, eso
tampoco te servirá. Han sido tus acciones las que te han llevado a
esta situación. A mi debiste contármelo todo desde el principio, eso
hubiera sido lo mas correcto y por supuesto no me hagas mencionar a
Andy, porque supongo que sacaría el cuchillo de combate y haría de
tu desangramiento algo mas rápido pero también mas doloroso.
Gaston
me mira con una expresión profundamente sería y un momento después
me dice:
-Eres
gilipoyas ¿lo sabías?-
-Si,
me lo dicen muy a menudo- Y un instante después le propino una
bofetada que le gira la cara.
-Muérete
rápido, quiero ver tu autopsia-Le sugiero cuando me voy girando y
caminado hasta la puerta
Es
cierto que no es un alien, que es un hombre, pero francamente ¿Que
busca? ¿Que quiere? Ese hombre no tiene el poder de salvar a la
humanidad. No es con el único que han experimentado y por lo visto ha
salido mal. Por otro lado el no es capaz de explicarnos como funciona
el cacharro de su cabeza y por ultimo y mas importante. Se recoge lo
que se siembra y si Andy va a morir en una cama, que el coronel
Gaudin también lo haga. Pero por supuesto que en habitaciones
diferentes.
Al
cruzar la puerta me asalta a la vista una serie de personas que
saturan mi visa. Antes de fijarme demasiado en ninguno de ellos, me
aseguro de cerrar la puerta tras de mi y en un segundo, me giro hacía
mis hombres. Henri, Phil, Leo, son los primeros en ser distinguidos
tras los que se encuentran Eric y Michael. Es evidente que todo lo
que les mueve es la mera curiosidad, los mas inteligentes tienen algo
de miedo pues saben algo mas de lo que se cuece o al menos de las
vanas teorías de lo que creíamos que se cocía, sin embargo, al final
y después de todo...
-Leo,
tenias razón.
-¿Como,
que dices?- Pregunta rompe la expresión en su cara y la convierte en una exagerada expresión de incontenidas dudas.
-El
hombre que esta al otro lado de la habitación es un oficial de la
zona 51 con el cual nuestro derrocado gobierno ha experimentado para
que pueda leerle los pensamientos a nuestro enemigo-
El silencio se hace dueño de la
sala y todos me observan fijamente intentando procesar la información
que les he dado.
-Sintiéndolo mucho, considero
por muchos motivos a ese hombre como un traidor. Así pues, no se le
va a dar lo que necesita para vivir, denominemoslo ejecución pasiva-
La reacción general era de
esperar, todos se miran unos a otros con incertidumbre y finalmente
uno de ellos, en este caso Henri me sugiere:
-Pero sea quien sea ¿En que nos
ayuda que se muera? ¿Acaso nos sugiere una amenaza estando vivo?-
-No pienso gastar recursos en
que viva ese hombre. Ni comida ni sangre de nadie. Esta
definitivamente acabado.
Phil asiente con la cabeza y
sostiene la mirada alta como si mi decisión fuese la magnifica entre
las magnificas decisiones que pudiera haber tenido. La tristeza se
muestra en el rostro de Leo, Michael y Eric están prácticamente
horrorizados y miran a Henri esperando a que diga algo mas, y
finalmente Henri dice:
-Estoy seguro que tendrás tus
razones, aunque no termino de comprender eso de “ejecución
pasiva”. En nuestro gobierno habían leyes para que este tipo de
cosas no sucediesen. Incluso los penados de muerte han de gozar de
una salud estable para ser llevados a la silla eléctrica. Sin duda
alguna, soy medico, he hice un juramento. Tengo derecho a saber
porque va a morir mi paciente. Si lo consideras de otra forma le
sugiero que entres dentro de esa sala y le vueles la cabeza.
-¿Derecho? Tienes curiosidad,
como todos los demás Henri. Eres el medico mas experimentado de la
base y por supuesto que se respeta tu juramento. Ademas en áreas de
salud, tu eres la voz de mando aquí, ni siquiera yo. Aun se sigue
teniendo en estima a la vida humana en este pequeño rincón del
planeta; sin embargo, ese hombre merece morir. Su negligencia le ha
hecho eso a Andy pero ademas de no haber sido prudente con sus
conocimientos, a ocultado su condición, no nos ha revelado ningún
tipo de información verdaderamente útil y ni tan siquiera y dada
las circunstancias a revelado nada de su identidad. ¿Porque busca a
Nikolai? ¿Que es lo que quiere realmente? Ese hombre tiene sus
propios intereses, lo mas probable es que lo que Nikolai le hizo sea
tan molesto que quiera que invierta el proceso. Oye voces dentro de
su cabeza. Hay muchas posibilidades pero en todas veo el absoluto y
total egoísmo. Ese hombre solo nos salvó porque pensó que quizás
pudiéramos saber algo de ese científico loco. No encuentro razones
para dejarle vivo. Ahora por favor vamos de aquí.
-Necesitas razones para dejarle
morir, no lo contrario Joana- Dice Henri antes de abandonar la sala.
Algunos mas satisfechos que
otros pero todos dejamos la sala y nos vamos a las áreas comunes
donde todos van de un lado a otro con sus propios quehaceres. No me
puedo quitar de la cabeza esa ultima frase de Henri. Quizás la
mayoría no piensen igual que yo a cerca de todos estos temas. La
vida, la muerte, y sus conjuntos hilos bailarines que tan a menudo se
mezclan y se confunden.
Todo esto me esta superando
emocionalmente, desde que los invasores llegaron me he estado
evadiendo, ausentando emocionalmente pero mucho me temo que
últimamente me es imposible retrasar mas y mas lo inevitable. Mis
sentimientos han venido a visitarme y creo que odio hacía las cosas
vivas a sido el primero en hallar mi escondite. Diablos, espero que
no sea demasiado tarde pero creo que debo dejarle vivir...¿En que
demonios me he convertido? ¿Quien soy? Mucho me temo que estoy
perdiendo mi identidad, ahora solo puedo verme como una simple
superviviente vengativa y desdichada. Quizás simplemente sea eso, no
entiendo porque necesito ver lo complicado en lo simple y viceversa
pero creo que a menudo todos lo hacemos, Henri lo hace, Sandra lo
hace, todos lo hacemos...Sandra... Sandra y comprendo que debo hablar
con ella. Pero francamente, no se si será lo mejor, al menos en
estos momentos. Esa niña tonta...
Finalmente me decido y me dirijo
a su habitación al tiempo que numerosos pensamientos me retuercen
las tripas. No se que pensará en estos momentos Henri de mi...Le he
dado motivos para que me desprecie como persona y obviamente no solo
Henri, si no también Leo, sin embargo Phil a estado en todo momento
apoyando mis decisiones ¿Significa eso que Phil es todo eso
despectivo que me he atribuido a mi mismo? Me siento demasiado
confundida, Dejar vivir a Gaston es un comienzo del que espero no
tenerme que arrepentir.
Al llegar frente a la habitación
de Sandra, me limito a aporrearla como si fuera lo mas normal del
mundo. Una parte de mi desea que abra sin mas, sin preguntar antes
quien es, pero al cavo de un rato y de haber realizado este proceso
varias veces, nadie contesta a la puerta.
La rabia vuelve a mi y sin mas
abordo la puerta abriéndola de par en par. Ninguno de sus objetos
personales se encuentran en el interior de su habitación, al menos
no los importantes, aquellos que consideraría como imprescindibles.
La histeria me envuelve y repaso
mentalmente todas las posibilidades. Ninguna de ellas buena. En
cualquier caso, mi instinto habla primero y echo a correr a toda
prisa hasta la enfermería.
No me puedo creer que pueda
hacer esto, no es posible, a pesar de todo la creía algo mas leal.
Al llegar frente la enfermería
encuentro la puerta entre abierta y tras detenerme un instante ante
la misma. Devasto la puerta con un brutal empujón que deja al
descubierto el panorama. Los correajes desatados sobre la cama de
sabanas ensangrentadas. Sandra me ha traicionado, Sandra me ha
desobedecido. Sandra a entregado al olvido todo lo que fuimos, lo que
eramos hace un instante y lo que podríamos haber sido.
Varios gritos de mando sirven de
suficiente como para comenzar a organizar el zafarrancho. Ninguno de
los dos fugitivos a de alejarse demasiado. De todos modos Gaston esta
herido, gravemente herido. No va ir lejos, se esconda donde se
esconda les vamos a encontrar.
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