martes, 8 de abril de 2014

La voz

No solo hay caminos, si no también voces en la niebla o la oscuridad. No hablo de un abismo, si no de la cruda realidad. Pero es una verdad a medias, pues hay algo que no va a cambiar y otras tantas que si lo harán. Bajo el sol o bajo las tinieblas, el mundo sigue girando, pero las voces que oímos, esas si van cambiando, alterándose al ritmo que nos movemos, al ritmo que nuestro sol se mueve trayendo consigo el día y dando paso a la noche.
Las voces cambian constantemente, las voces dejan paso a otras voces que pasan de largo dando paso a otras noches. Durante el día, durante la noche, las voces hablan o susurran y sus siesos, otorgan estabilidad a o incertidumbre ¿a quien oyes tu? ¿te sisean acaso? ¿o te susurran al oído mientras caminas?
No importa pues toda alteración es malvada. Injusta malicia de este mundo que no nos deja autorealizarnos, injusto es el movimiento de este mundo que sigue girando sin escucharnos (justo en realidad) pero no hagas caso de “el que dirán” mira tus pies y concentra tu vista en ellos, ellos son los que importan. Solo ellos te mostraran a donde ir. Solo ellos.
No interrumpas tu paso por nada ni por nadie, pues ellos obedecen a un paradigma sagrado, a una paradoja irresoluble que verdaderamente venera al erudito, como a un necio y al alfabeto como a reyes o incluso dioses.


No hay razón para pesar en otra cosa, no hay posibilidad de ver otro final para este camino. No encuentro mas allá para este mi día de hoy, lo que si encuentro es un terrible dolor de cabeza.
No se pasa, no encuentro la calma, no encuentro el silencio adecuado, ni mucho menos lo encontraré próximamente. Esto sin duda es una guerra, y en las guerras no se encuentra siempre lo que se necesita. No se obtiene las mejores condiciones para combatir, no puedo sin mas, aceptar también estas mis condiciones en causa. Mas no negare, que si que deseo el silencio, mas dicha idea es negada de mi mente al tiempo que me niego a mi mismo las mas imposibles necesidades de mi mente, de mi espacio.


Pero por ultimo y no por ello menos importante; os haré reflexionar en esta otra dirección. Nada de lo que he dicho tiene ningún sentido, si pones en juego esta condición. Todos tenemos voz y contando con el echo de que todos necesitamos hablar y que nos necesitamos los unos a los otros, mucho me temo que si, que todos queremos en mayor o menor medida, influir en los demás. Así pues no dejéis de hablar, es todo lo que tenéis en realidad. Nada somos sin la voz y sin el poder de nuestra voz nada seremos por nunca jamas. Así que hablemos...por siempre y para siempre. Pero solo los necios dicen tonterías a todas horas, solo los estúpidos cuentan historias de sus mas arrogantes pamplinas donde solo ellos son protagonistas y los demás solo llegan a hacer sombra a sus barbaridades. Y solo ellos pueden mostrarnos el camino hacía algo mejor que nosotros mismos. Solo ellos.


Para acabar, os dejo con un vídeo con un potencial incalculable:


Un saludo mundo ;)

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